Los proveedores de capital de riesgo han invertido miles de millones de dólares en los últimos años en financiar la creación de un mundo alternativo de finanzas, comercio, comunicaciones y entretenimiento en la red que podría transformar radicalmente elementos básicos de la economía mundial y que está fundamentada en la tecnología Blockchain que popularizó el Bitcoin de Satoshi Nakamoto.
Desde hace unos pocos años estamos adentrándonos en la 4ta. Revolución Tecnológica, que algunos han denominado Revolución de la Digitalización y que incluye a la internet y la nube, así como al desarrollo de la robótica y sistemas ciberfísicos. Esto está generando cambios estructurales en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Los expertos concuerdan en que esta cuarta fase cambiará radicalmente la estructura del empleo y tendrá grandes repercusiones económicas, sociales y ambientales.
Cabe entonces preguntarnos ¿en qué momento de esta 4ta Revolución nos encontramos? La economista venezolana / británica Carlota Pérez publicó el año 2002 su libro Revoluciones Tecnológicas y Capital Financiero: la dinámica de las grandes burbujas financieras y las épocas de bonanza que ayuda a comprender mejor cómo ha sido a lo largo de la historia el desarrollo del ciclo de inversiones durante las revoluciones y el efecto de estas en las empresas vinculadas con las innovaciones. Carlota Pérez explica en su libro que prácticamente cada transformación industrial importante ha estado acompañada por una burbuja financiera e identifica 4 etapas en cada ciclo de innovación, que estima tiene una duración total de unos 50 o 60 años. La primera etapa del ciclo se caracteriza porque en ella se realiza el financiamiento fundamental de la nueva tecnología. A continuación viene una fase de frenesí especulativo hasta que esa nueva tecnología madura y se integra a la sociedad. Y finalmente, cuando la tecnología está suficientemente madura, el capital migra para financiar otras nuevas tecnologías nacientes.
Una conclusión importante del análisis de Carlota Pérez es que las verdaderas revoluciones industriales producen un desarrollo importante de nueva infraestructura, y que mucha de esa infraestructura es financiada y construida durante esa fase de la burbuja especulativa. La burbuja provee la inflación de los activos necesaria para alimentar las expectativas de los inversionistas de obtener ingentes ganancias de capital. Además, ella extiende su análisis indicando que hay varios ciclos menores imbuidos en cada ciclo principal. Por ejemplo, indica Flores, la historia de la computación digital moderna tiene varias fases, cada una dominada por una nueva generación de tecnología: el computador central, el computador personal, la internet y la red global o www, el teléfono inteligente y ahora, tal vez, las criptomonedas y el metaverso. Cada una de ellas ha tenido su propio ciclo de innovación, especulación, explosión de la burbuja y madurez.
En su artículo del 13 de diciembre de 2021 el fundador y presidente de O'Reilly Media, Tim O´Reilly, propone que observar la naturaleza y abundancia de financiamiento para el desarrollo de nueva infraestructura es la clave para identificar en cuál fase del ciclo nos encontramos. En tal sentido, O´Reilly pone como ejemplo la revolución de las energías verdes o limpias y a Elon Musk, quien ha levantado una gran cantidad de fondos utilizando como colateral las acciones sobrevaloradas de Tesla, para financiar su ambicioso plan de inversiones en una red nacional de estaciones de recarga de baterías de automóviles en los Estados Unidos, elevar la capacidad de autonomía de sus vehículos y adelantar las construcción a escala planetaria de varias mega fábricas de baterías eléctricas para automóviles, entre otros emprendimientos.
Respecto a las criptomonedas, existe alguna evidencia de que están siendo adoptadas para cumplir otras funciones de los sistemas financieros y se están convirtiendo en un jugador importante, aunque las barreras regulatorias están frenando su adopción. El Bitcoin, por ejemplo, no logró alcanzar el objetivo de 100.000 dólares (USD) por unidad que algunos analistas anticipaban para 2021. Su precio se mantuvo oscilando entre el piso de 28.890 USD establecido al cierre de 2020 y el techo de 67.617 USD alcanzado el 10 de noviembre de 2021, para cerrar el año en 47.192 USD por unidad, una corrección de precio de casi 30%. ¿Corresponde esa corrección a una toma de ganancias antes del cierre del año? Es posible, pero en todo caso demuestra la volatilidad que existe en ese mercado; esa corrección borró en menos de 60 días más de la mitad de las ganancias obtenidas durante el año.
En definitiva, del Metaverso del Facebook de Mark Zuckerberg a los viajes al espacio de Elon Musk falta mucha historia por contar, pero pareciera que nos encontramos cada vez más cerca de la salida de la etapa de burbuja especulativa del ciclo de las criptomonedas.
José Luis Lairet Gómez
Director Gerente
05/01/2022
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